La experiencia de compra que vivimos actualmente ha evolucionado mucho a cuestiones donde ya es todo un “evento” el que hacen las empresas para tener a los clientes felices. Antes, solo enviaban una postal en tu cumpleaños o una carta de agradecimiento y ahora las empresas se desviven porque ese “momento” sea sobresaliente.
La experiencia de compra es todo el proceso que diseña la empresa para la compra de un producto o servicio, para que el cliente se vaya más que satisfecho con la compra del producto que acaba de realizar. Tenemos que considerar que el producto y/o servicio ya es de calidad, pero la experiencia que vive el cliente al momento de la compra de ese producto y/o servicio es donde las empresas están poniendo mayor énfasis.
Ese momento se vuelve de mayor impacto en el cliente, ya que es cuando el cliente saborea, visualiza, siente, huele y saborea, en pocas palabras es cuando el cliente empieza a vibrar con la marca, es el momento cúspide de la experiencia del cliente para con la empresa, es por eso que las mismas están poniendo todo su empeño en que esa experiencia se vuelva la más sobresaliente que pueda vivir el cliente, para que esté se cautive con la marca, el producto o el servicio.
Tenemos por ejemplo la cerveza Heineken en Ámsterdam, tiene la experiencia Heineken, en donde te enseñan desde cómo empezó la empresa, cómo hacen la cerveza, los procesos que conlleva, hasta el cómo se debe de servir adecuadamente la cerveza Heineken. Todo este proceso ha ayudado a que sus clientes sean más fieles, a que aumente su consumo y a que las estrategias de marketing que implementa la empresa funcionen adecuadamente, logrando así un posicionamiento sobresaliente.
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